Historia del museo
- museografiayromano
- 3 may 2018
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Introducción.
El museo de Santa Cruz de Toledo surge a mediados del siglo XIX con el nombre de museo Provincial de Toledo. Éste fue impulsado por la comisión provincial de monumentos artísticos. En el archivo del museo se detalla que la creación de este museo fue el 26 de enero de 1838.
A lo largo de mucho tiempo desde su creación aire ocupando diversos edificios de la ciudad hasta que en 1919 se instala definitivamente en el hospital de Santa Cruz.
El nombre del museo cambia a museo arqueológico Provincial hasta la exposición de <<Carlos V y su ambiente>>, celebrada en 1958, la cual alcanzó un enorme éxito. En 1961 se creó la sección de bellas artes, cambiando de nuevo el nombre del museo por el museo de Santa Cruz. La última transformación del museo se debió a la colaboración del Estado con la Iglesia Católica y la Diputación Provincial, que depositaron varias de sus colecciones convirtiéndolo en uno de los museos provinciales más importantes de España.
Una de las primeras colecciones de piezas que poseemos y que tienen un claro valor simbólico y de prestigio datan de época visigoda. Se trata de una serie de referencias literarias que hablan sobre el legendario tesoro real visigodo que integraba buena parte de las piezas reunidas por el imperio Durante su hegemonía en el mundo antiguo. El paso de este tesoro a manos de la monarquía visigoda fue consecuencia del saqueo de la ciudad de Roma en el año 410.
Otro caso mucho más cercano a el museo de hoy en día se trata de una institución poco conocida del siglo XI. Esta institución tiene pocas fuentes históricas. Se trataba de un proyecto cultural y decían típico realizado por un monarca taifa toledano llamado Yahia I. La intención de este monarca era emular la labor realizada por el califa abasí. Se trata de un proyecto científico que quería la transmisión del saber a los principales centros científicos y culturales del mundo islámico. Esta labor se realizó gracias a la fundación de la casa de la sabiduría, que se trata de un centro de investigación y estudio.
Después de esto más tarde se crearon bibliotecas, jardines botánicos y observatorios astronómicos. Esto supone la existencia de un lugar para albergar las pequeñas colecciones de carácter científico. Éstas colecciones están muy alejadas formal y conceptual mente de lo que conocemos hoy por museo.
Para realzar el valor simbólico de la conquista de Toledo en toda la cristiandad, una vez restaurada la sede episcopal se empezó a reunir el nuevo tesoro de Santa María de Toledo. Las piezas que se atesoraban allí llegaron a tener características y orígenes muy diversos: podría tratarse de reliquias, objetos preciosos adquiridos por donaciones de la realeza y de la nobleza y piezas que en ocasiones eran muy concretas y que podrían convertirse en reliquias.
A esta colección se la intentó modernizar y dar un nuevo marco arquitectónico. Este nuevo espacio sagrado es la nueva sacristía, convertida desde entonces en el lugar en el que mostrar las pinturas y otros objetos de mayor valor en el mundo religioso. Este lugar estaba cerrado a la visita pública por motivos relacionados con su Sacralidad. De esta importante obra destaca el montaje dispositivo que se dispuso en siete grandes espacios.
Espacios similares al anterior existieron en la práctica totalidad de los conventos de Toledo. Frente a estos conjuntos creados por las creencias de cada comunidad, destacamos otro tipo de colecciones formadas por los primeros humanistas hispanos en la edad media. Son las iniciativas particulares en el ámbito doméstico.
Después de esto aparecieron las academias toledanos que se organizaron a imitación de las que se crearon en Italia y de las que surgieron las primeras galerías y museos de la Europa moderna de los siglos XV y XVI. También se propició la recuperación del mundo pagano en determinados ambientes. Es así como apareció el primer Museion Toledano que conocemos. La importancia de estos espacios viene dada por construir la base de la que surgirán las primeras instalaciones vinculadas a los primeros ilustrados del siglo XVIII. Éstos Espacios están alejados de la idea moderna que tenemos de gabinete.
Un tiempo después en Toledo surgió el primero de los nuevos gabinetes creados en el siglo XVIII por el cardenal Lorenzana. Gracias a su interés personal y a la capacidad económica de la que disponía, pudo formar un gabinete de historia natural y otro de antigüedades. Finalmente este gabinete sería un mentado a comienzos del siglo XVIII con los fondos de otro igualmente importante.
La mayoría de los gabinetes desaparecieron tras la expropiación eclesiástica y la colección pasó a manos del gobierno civil . Más tarde los bienes del gabinete de antigüedades pasaron a manos del museo arqueológico Provincial.
Edificio del Hospital de Santa Cruz.
El edificio donde se sitúa actualmente el museo es el hospital de Santa Cruz, que es uno de los ejemplos más importantes de arquitectura renacentista. Este hospital estaba dedicado a cuidar niños expósitos. La idea nace de don Pedro González de Mendoza, el cardenal de España, arzobispo de Toledo. Se trata de una figura con gran personalidad y una enorme influencia en la corte de Enrique IV y sobre todo con los Reyes Católicos. En 1494 obtiene una bola del papa Alejandro VI para fundar un hospital en Toledo.
Tras el fallecimiento del cardenal, quien se retiró años atrás, redacta un testamento donde destina la totalidad de sus bienes al sostenimiento y la fundación de un hospital y casa cuna en Toledo. Su deseo de fundar un gran hospital es llevado a cabo por sus albaceas testamentarios, quienes se encargarán de cumplir su voluntad con generosidad.

Usos del Museo.
El edificio tuvo muchos usos hasta nuestros días. Primera mente sirvió con fines caritativos como lo quería el cardenal Mendoza. Esto fue así durante tres siglos hasta el año 1846. En esta fecha pasó a manos del ministerio del ejército que lo dedicó al colegio General militar. Esto provocó que se produjera el traslado del museo al Monasterio de San Pedro mártir. A partir de aquí este edificio sufre una serie de transformaciones internas.
En 1873 se establece en Santa Cruz el colegio de huérfanos de infantería y a partir de 1887 este forma parte de la academia General militar.
Una vez que el Alcázar ha sido restaurado después del incendio de 1887, los militares regresaron a él en 1902. Santa Cruz se declaró monumento histórico- artístico y se iniciaron las primeras obras de restauración. Después de unos meses se produce la entrega del edificio a la Excelentísima Diputación de Toledo. En 1905 el edificio es cedido al ministerio de instrucción pública por la Diputación, donde se instala el museo arqueológico de Toledo. Este museo es instalado en el a la izquierda del edificio en 1918.
Al principio de la guerra civil el edificio pasa desapercibido como objetivo de interés hasta que adquiere un inesperado valor estratégico militar. Como prueba de ello las ventanas de la fachada principal se convirtieron en parapetos para lanzar bombas y fuego de fusil contra el Alcazar. Además muchas salas Del edificio pasaron hacer cocinas y dormitorios.
Hubo muchos daños estructurales como el hundimiento de Dos zonas (vestíbulo y cúpula del crucero). Además de las colecciones: la planta baja no se ve afectada, por lo tanto las colecciones de arqueología no sufrieron un daño considerable, mientras que las colecciones situadas en la planta superior (esculturas y cuadros) sufrieron gravemente las consecuencias de la guerra.
Tras la finalización de la guerra, el hospital acoge a las fuerzas de la guardia civil durante una temporada y además sirve como cárcel de prisioneros de guerra, también de depósito para las incautaciones del servicio de defensa de patrimonio artístico nacional Y el depósito de intendencia militar.
El 15 de octubre de 1939 se abren las tres salas de la planta baja al público.

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