Visita al toledo romano
- museografiayromano
- 3 may 2018
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Del Toledo romano que se conserva, es probable que lo más representativo sean el Circo romano y el sistema hidráulico que recorre la ciudad, que incluye otras construcciones como las llamadas Cuevas de Hércules o el acueducto.
El Circo romano

El Circo romano de Toledo se encuentra en la llamada Vega Baja, y queda dividido por la carretera de la Fábrica de Armas. Parte del circo se conserva, sobre todo la mitad con el extremo semicircular. Es una zona que desde la construcción del circo ha sufrido continuas ocupaciones, llegando hasta el día de hoy y haciendo que gran parte del edificio original se haya perdido.
El circo se data entre finales de la dinastía Julio-Claudia y comienzos de la dinastía Flavia, es decir, que se construyó en la segunda mitad del siglo I d.C. Desde finales de este siglo, el circo podría encontrarse ya en funcionamiento, ofreciendo este tipo de espectáculos a los habitantes de Toletum y alrededores, y su uso se documenta todavía durante el siglo IV d.C.

Este edificio estaba dedicado a las carreras de carros, y tiene una planta muy característica. Como la de todos los circos, se trata de una planta rectangular, con dos lados rectos casi paralelos, un extremo en semicircular (hemiciclo) y el otro ligeramente curvado, donde se encuentras las casillas desde donde salían los carros (carceres).
La arena está delimitada por el podium, que da lugar a un eje de más de 408 metros, y este espacio está dividido por la spina. Los restos que se han encontrado en Toledo de esta estructura no son demasiado, pero gracias a ellos podemos sabe que tiene un ancho de 8,10 metros y 230 metros de longitud. Alrededor de a arena se encuentra la cavea, ocupando los dos lados rectos y el hemiciclo, y esta cavea se compone de un graderío inferior (maenianum primum) y de un graderío superior (maenianum súmmum).
Para la construcción del graderío inferior en el hemiciclo se hizo uso del opus caementicium debido a las características del terreno. En cambio, el graderío superior se construyó con una estructura de madera.

Después del su abandono, el edificio fue ocupado y sus materiales se expoliaron. La primera ocupación de la que se tiene constancia se produce durante la dominación islámica de Toledo. En la parte del pódium y la arena se encuentran cinco hornos alfareros y una serie de dependencias de entre el siglo X y el XI, y en la zona sureste se ubica la necrópolis islámica, de los siglos IX al XI. Posteriormente va a volver a ser utilizado como necrópolis en una fase mudéjar, entre los siglos XIII y XV.

En la Vista y Plano de Toledo del Greco se observa, a finales del siglo XVI, la capilla de Motero, que se encontraría en el hemiciclo y se menciona por última vez en 1848, ya que no aparece en el plano de Coello en 1858. Por último, el convento de San Bartolomé de la Vega, que se funda en 1529 y es destruido en 1811, se situó cerca de las carceres.
el Conjunto hidráulico

El conjunto hidráulico romano de Toledo está formado por todos los elementos típicos de estos sistemas, que destacan desde el punto de vista técnico. Encontramos presentes desde la presa para la captación de aguas hasta el depósito donde se almacena para su distribución por la ciudad.
La presa de Alcantarilla se encuentra situada en la finca del mismo nombre, en Mazarambroz. Para el aprovisionamiento de agua necesario, esta presa forma un muro que cierra una vaguada por donde pasa el arroyo Guajaraz, y junto con el arroyo de San Martín, que se desvía su cauce natural, aumentan el volumen de almacenamiento.
Se ha intentado reconstruir la planta, alzado y medidas a partir de los restos conservados, y la opinión en la longitud de la presa varía según los autores, ya que para algunos se encuentra entre los 800 y 860 metros, mientras que para otros está entre los 482 y los 550 metros. Las opiniones sobre su altura máxima en su parte central son más concluyentes, situándose entre los 17 y los 21 metros.

Los restos que se conservan en planta indican que el muro formaría uno o dos codos hacia el embalse para diversificar la fuerza del agua contra la presa. Esta obra tiene un núcleo de opus caementicium de pequeños cantos, con un paramento de opus quadratum aguas arriba.
Fuera del embalse y junto a la presa se encuentra una torre acuaria que regulaba la salida y circulación del agua por el canal, de la que se conservan tres muros en opus incertum.

De aquí discurría el canal (specum), con una pequeña inclinación, con su recorrido a veces enterrado y a veces sobre arcadas. Esto se hace para que no se produzcan desniveles en el recorrido, y para evitar las pendientes y el aumento de velocidad del agua que provocan, se colocaron torres acuarias para regular la presión y velocidad del agua. Este canal tiene un recorrido de 38 km, y llega hasta el borde del río Tajo, donde salva el desnivel con un acueducto.

Cuando el canal llega al borde del Tajo tiene que salvar el río, y es donde se encuentra el acueducto. Existen dudas respecto a esta parte, pero basándose en los restos que se conservan en las orillas del rio, se barajan dos hipótesis. La primera, propuesta por Rey Pastor, supone una altura de 70 metros para el acueducto, y su recreación dota al acueducto de tres arcadas o pisos. Otros investigadores han apuntado variaciones en su diseño. La segunda hipótesis es la de Fernández Casado y Smith, que dan a la construcción una altura de 50 metros máximo, basándose en los acueductos de tipo sifón. Amador de los Ríos ofrece una tercera opción, en la que dibuja un acueducto de una sola arcada con tres arcos de 30 m de luz, y quizás es esta hipótesis la que más cerca se encuentra de la realidad.

Tras pasar el tajo, el canal se adentra en la ciudad, donde se le pierde el rastro al recorrido hasta llegar a los depósitos, donde el agua era nuevamente distribuida.
La Cueva de Hércules
El primero de estos depósitos que se conoce es gracias a Fernández Casado, y es la denominada Cueva de Hércules, que se sitúa en la zona de la calle y callejón de San Ginés.

Está formada por dos cámaras rectangulares cubiertas por bóvedas de cañón y separadas por tres arcos de sillares de granito. Al sur de estas plantas hay una planta rectangular con la que se comunican a través de un arco de sillares, y que puede que hiciera la función de entrada al agua a la vez que permitía una sedimentación de las impurezas que arrastrase.
Termas de la Plaza de Amador de los Ríos

Gracias a la arqueología se ha descubierto un espacio en la Plaza Amador de los Ríos, unas termas que se abastecerían de la Cueva de Hércules. Este tipo de edificio de uso público ayuda a explicar la presencia del depósito de agua como sistema de abastecimiento y evacuación del agua de este lugar.
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